Valencia se posiciona como el puerto hub más competitivo del Mediterráneo en el contexto de la crisis del Mar Rojo, debido a que los costos de transbordo para un buque de 24.000 TEUs en Valencia representarían un ahorro de entre 400 y 1.000 euros por TEU. Esta es la principal conclusión del estudio realizado por el Departamento de Transportes y Economía Regional de la Universidad de Amberes, encargado por Propeller Valencia.
El informe analiza dos escenarios: uno para buques de entre 12.000 y 14.000 TEUs que ingresan al Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar, haciendo escalas en puertos como Valencia, Fos, Génova, El Pireo y nuevamente Valencia; y otro para buques de 24.000 TEUs que descargan en grandes puertos hub como Algeciras, Tánger, Valencia o Barcelona.
En ambos escenarios, “el costo será mayor debido al desvío por el Cabo de Buena Esperanza”, señaló Alfredo Soler, presidente de Propeller Valencia. Para los buques más pequeños, el aumento de costos por TEU variaría entre 50 y 60 euros en el Puerto de Valencia, y entre 120 y 130 euros en los puertos italianos o griegos. En el caso de los buques más grandes, las navieras prefieren grandes hubs. Una de las principales ventajas del Puerto de Valencia es su “amplio hinterland que Tánger no posee”, lo que genera una “masa crítica que ayuda a reducir los costos de importación/exportación”. Además, desde Valencia, “la distribución a otros puertos es más sencilla y las distancias son menores en comparación con Tánger”.
La crisis del Mar Rojo ha llevado a muchas navieras a evitar el Canal de Suez y optar por la ruta del Cabo de Buena Esperanza para llegar al Mediterráneo, lo que provoca un retraso de hasta 31 días, frente a los 19 días promedio si se toma el Canal de Suez.
Valencia ha sido uno de los puertos más afectados por esta situación. Su proximidad al Estrecho de Gibraltar y la congestión de otros puertos como Tánger o Algeciras han sido razones clave para que las navieras elijan Valencia como hub para la concentración de carga y su posterior distribución en el Mediterráneo. Hasta febrero, el tráfico de transbordo en las terminales de contenedores de Valencia creció un 16%. Sin embargo, Soler advierte que “empezamos a sufrir problemas de congestión en el puerto”.
Para manejar este tráfico, “se necesitan infraestructuras e instalaciones, ya que cuando los contenedores de importación se vacían, se acumulan debido a la disminución de la exportación, creando un desbalance”. Ese desbalance, sumado a la necesidad de más espacio para el transbordo, ha llevado a que las terminales estén por encima del 80% de ocupación. “Espero que la elección de Valencia como puerto hub no se vea afectada por esta situación”, añadió. Como contrapartida, el puerto de Valencia está ganando presencia en mercados como Arabia Saudí, Egipto o Grecia.
Fuente: El diario del puerto.